¿Un niño bilingüe tendrá problemas de aprendizaje en el jardín?

Algunos padres (incluso los que son profesores de inglés), por desconocimiento, piensan equivocadamente que lo más prudente es no enseñar inglés a sus hijos sino hasta que estos hayan dominado el español; esto se fundamenta en el temor que tienen de que el niño o niña no pueda ser capaz de comunicarse con otros niños, o peor aún, que a causa del bilingüismo ellos presenten retrasos para aprender a leer o escribir en español. Este pensamiento es totalmente falso.

El cerebro de los niños es capaz de adaptarse a cualquier entorno y de aprender el idioma requerido para comunicarse. Cuando se trata de aprender idiomas, la mayoría de estudiosos en el tema están de acuerdo en que los niños tienen la facilidad de aprender inglés a un ritmo mucho mayor del que lo hacen los adultos, y si tienen la oportunidad de aprenderlo desde que son bebés el resultado será mucho mejor. 

Durante los primeros años de vida el cerebro se concentra en aprender el idioma al que se encuentra expuesto consolidando y almacenando la información en la memoria de largo plazo. Cuando la información está consolidada y empieza a especializarse el lenguaje, la capacidad natural de aprender un idioma diferente al español se va perdiendo, mucho más cuando el idioma (el inglés) no se practica con suficiente frecuencia en la casa. Por tal razón, aprender inglés durante la adolescencia o incluso en una etapa adulta resulta un verdadero desafío para muchas personas; quienes en la mayoría de los casos, terminan frustrándose ante la dificultad. Naturalmente hay excepciones a la regla, debido a la existencia de un selecto grupo de personas que sí tienen facilidad para los idiomas, sin embargo, con algo de tristeza se dan cuenta que aprender un idioma pasada la infancia jamás será igual que aprender un idioma como lo hacen los niños.

Aprender un idioma en una etapa madura de la vida siempre va a requerir una inversión de esfuerzo, dedicación y disciplina. Incluso, este esfuerzo será mayor si se quiere lograr tener cierto grado de fluidez. Esto no sucede con los niños, para ellos aprender inglés es parte de un proceso natural en el cual escuchar, repetir y pronunciar no requiere un esfuerzo sobrehumano. Otro factor interesante, es que es casi seguro que el adulto que aprenda inglés lo aprenderá con cierto acento latino, el cual es muy evidente para un nativo angloparlante; no obstante los niños bilingües pueden aprender inglés con un acento neutro.

Las sugerencias para los padres que quieren encaminarse en el bilingüismo es dejar de lado los miedos y buscar un verdadero apoyo en su pareja y familiares. Cuando existen las ganas de hacer algo nada en el mundo puede alejarnos de nuestro verdadero objetivo, si genuinamente queremos enseñar inglés a nuestros hijos entonces seremos capaces de tener tiempo para ellos y de aprender con ellos. Seremos capaces incluso de soportar los comentarios de personas malintencionadas, que frustradas por ver el éxito que empecemos a lograr, dirán: "¿Para qué le enseñas inglés a tus hijos tan pequeños?", "¿No te das cuenta que eso no le va a servir?", "El niño(a) se va a confundir si le enseñas inglés tan chiquito", "Yo no le enseño inglés a mi hijo(a) porque quiero aprenda bien español". Recordemos que el que nada ha logrado en la vida tampoco quiere el otro lo logre.

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